SABE CUÁL ES LA TASA DE INTERÉS QUE LE COBRA SU TARJETA DE CRÉDITO
Si le preguntaran cuánto le cuesta usar su tarjeta de crédito, ¿sabría responder con certeza? Probablemente recurriría a su último estado de cuenta para ver cuánto dice su banco, o financiera, que le está cobrando por su tarjeta, pero ¿lo ha verificado? Yo lo hice y me llevé una buena sorpresa.
Cuando se usa la tarjeta de crédito al contado, es decir, pagando todos los consumos que realizaron en el mes antes de la fecha de vencimiento, el emisor de la tarjeta no cobra intereses. No obstante, si no paga el consumo completo, la gracia puede costarle un ojo de la cara. Hace unos meses, hice gastos con mi tarjeta por un total de S/. 1628.83. Según lo usual, este monto lo tenía que pagar hasta una fecha límite el 04/02/05, pero llegado el día sólo pagué S/. 1479.34. Pasaron 18 días hasta que me acerqué al banco para cubrir el saldo impago de S/. 149.49, aunque sabía que dicho pago no cubriría los intereses generados.
¿A cuánto podría ascender el costo de estos intereses? Según el estado de cuenta, la tasa efectiva anual que el banco cobra es de 60.1%. Por tanto, el cálculo debía ser tan sencillo como multiplicar la deuda (los 149.49) por la tasa de interés efectiva (el 60.1% anual) aplicada durante el plazo de vigencia de la deuda (18 días de los 360 que tiene un año), es decir, calcular el resultado de 149.49*[(1.601)^(18/360)-1], igual a S/. 3.56. Sin embargo, en el siguiente estado de cuenta, el banco ponía un cobro por intereses de ¡S/. 69.29! Algo estaba fallando, y mucho. Había que interponer los reclamos correspondientes.
Después de cruzar cartas con el banco descubrí un par de cosas sorprendentes. Lo primero fue que, a pesar de haber pagado más del 90% de mis consumos, el banco me estaba cobrando intereses por el 100% de los consumos, desde el momento en el que hice cada una de mis compras hasta la fecha de facturación (fecha de corte para emitir el estado de cuenta). Así, había consumos por los que me cobraban 32 días de intereses, por otros 19 días y por otros 9 días de intereses, según la fecha de cada consumo. A la suma de todos estos intereses el banco les llamaba intereses “diferidos”, que en mi caso ascendían a S/. 41.99.
Lo segundo que descubrí fue que el banco me estaba cobrando intereses desde la fecha de facturación hasta las fechas en las que hice los pagos. A estos intereses el banco los llama “intereses financieros”. Sin embargo, estos intereses tienen que ser descompuestos en dos partes. Una primera parte desde la fecha de facturación hasta la fecha límite de pago, por lo cual me cobraban S/. 23.70, y una segunda parte desde esta fecha límite de pago hasta la fecha de cada uno de los pagos realmente efectuados, por lo cual me cobraban S/. 3.60 (¡los S/. 3.56 que había calculado!).
Es decir, si hubiera pagado el 100% de mis consumos hasta a fecha de vencimiento, ni los intereses “diferidos” (por S/. 41.99) ni la primera mayor parte de los “intereses financieros” (por S/. 23.70) habrían existido (“¡pague hasta en 40 días, sin intereses!”, ¿le suena?).
Como se sabe, el gasto financiero generado por estas ofertas de “facilidad sin intereses” no es gratuito, sino que éste está cubierto (pagado) por las comisiones que el banco le cobra a todos los establecimientos que reciben las tarjetas de crédito como medio de pago. Sin embargo, el establecimiento solo no paga todo este costo porque, cuando éste fija sus precios para sus clientes, lo incorpora como parte de sus costos. Esto significa que, entre el establecimiento y sus clientes, ya pagamos el costo de dicho financiamiento “sin intereses”, los S/. 41.99 más los S/. 23.70, a través de las comisiones cobradas por el banco a los establecimientos. Por tanto, solamente los S/. 3.60 de intereses “verdaderos” no habrían sido pagados por nadie (apenas eran S/. 0.04 más de lo que había calculado).
Ante el reclamo sobre qué forma era ésta de calcular una tasa de interés efectiva, el banco insistió en que “habían hecho su cálculo de manera correcta”, pero que “no obstante, de manera excepcional me estaba devolviendo todo el cobro de intereses facturados”.
Esta anécdota pone en evidencia la poca transparencia que existe en el cobro de intereses de las tarjetas de crédito en el Perú. Ningún consumidor debiera hacer estos malabares para saber cuánto realmente le cobran. Mi banco de confianza decía que me cobraba 60.1% de tasa efectiva anual (lo cual ya es una tasa excesivamente alta), pero esto “no era cierto”. En realidad me estaba cobrando era una tasa de interés anual equivalente a 203,093% sobre el saldo de deuda (casi 10% del total adeudado) por los días transcurridos entre la fecha de generación de la mora (fecha de vencimiento) y la fecha de pago ¿Dónde estamos? Esto va más allá de sólo publicidad engañosa. ¿A quién le corresponde hacer algo al respecto?
Etiquetas: Defensa del consumidor, Regulación financiera, Tasas de interés
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