LAS UTILIDADES DE LOS BANCOS Y EL TIPO DE CAMBIO
Este mes aumentó el diferencial entre las tasas de interés de referencia de la FED y del BCRP. Como se sabe, la FED ha subido su tasa a 3.5% y se espera que a fines de 2005 termine al menos en 4.0%. Mientras tanto, el BCRP ha mantenido su tasa de referencia en 3.0% desde fines de 2004. Esta paradójica situación permite poner en evidencia la gran distorsión de la estructura de tasas de interés en el país y su efecto sobre el proceso de desdolarización financiera.
Si bien la evolución de estas tasas de referencia se han venido reflejando grosso modo en las tasas de interés del mercado interbancario local, esto no ha sucedido con todo el resto de tasas de interés del sistema. Sólo los préstamos preferenciales corporativos a 90 días han empezado a reflejar menores tasas de interés en el caso de soles que en el caso de dólares (¿por primera vez en la historia?). No obstante, todo el resto de tasas de interés para préstamos, al cual están afectos la mayoría de agentes económicos y los ciudadanos de a pie, seguimos enfrentando un mayor costo por endeudarnos en moneda nacional. Esta inconsistencia a su vez evita avanzar más con la necesaria desdolarización financiera, una de las grandes vulnerabilidades estructurales de nuestro país.
Si bien se supone que estamos en una economía de mercado, donde la competencia debiera determinar el precio de todos los productos, en este caso, el diferencial de tasas de interés de referencia “invertido” respecto del resto del mercado, pone en evidencia que el mercado no opera como debiera. Es como si el precio del precio mayorista de la carne nacional fuera más barata que el de la carne importada, pero en la tienda de la esquina el precio de la carne nacional continuara siendo mucho más cara que el precio de la carne importada. Sólo las empresas corporativas, que pueden comprar grandes cantidades, se podrían beneficiar del menor precio de la carne nacional frente a la carne importada, más no el resto de parroquianos.
Las elevadas tasas de interés para préstamos en soles sólo tendrían justificación en el cobro del peaje cambiario, “beneficio” de la restricción de acceso al mercado de intermediación financiera y, especialmente, de medios de pago. De otro modo no se explica tampoco cómo los diferenciales entre compra y venta del tipo de cambio bancario (en ventanilla) se han venido ampliando sucesivamente pese a la mayor estabilidad del tipo de cambio, mientras que estos mismos diferenciales del tipo de cambio informal se han venido reduciendo.
Por ejemplo, hace unos días, para uno de los bancos más grandes del país, el tipo de cambio venta para transacciones por internet era de S/. 3.275 y el tipo de cambio preferencial (para operaciones de 5,000 dólares o más) era de S/. 3.265, mientras que el tipo de cambio en ventanilla para montos menores era de S/. 3.29; sin embargo, en la casa de cambio más cercana, estaba en S/. 3.255. De ahí que, si quisiera comprar 20,000 dólares esto implica un costo de S/ 200 más si lo hace en el banco pidiendo un tipo de cambio preferencial, pero podría llegar a S/. 400 si le dan el tipo de cambio de Internet y a S/. 700 más si le dan el tipo de cambio más alto de ventanilla. De hecho, desde hace un buen tiempo, las casas de cambio operan con tipos de cambio de tres decimales para casi cualquier cantidad que supere las cuatro cifras (¡compare!).
¿Debieran los reguladores solicitar a los intermediarios financieros una justificación más creíble sobre los determinantes del costo de los créditos diferenciados por moneda? ¿O acaso imprimir un pagaré en dólares es más barato que imprimir uno en soles? ¿O contar billetes en soles es más caro que contar dólares? ¿Tal vez la decisión de prestar en soles es más cara que tomar la decisión de prestar en dólares? No lo creo.
En lo que va del 2005, el promedio mensual de ventas al contado de dólares al público en las empresas bancarias ha superado los 1,500 millones de dólares. Asumiendo que todas las ventas se hubieran hecho al tipo de cambio venta preferencial (lo cual no es cierto), esto representan ganancias adicionales por S/ 90 millones en los 6 primeros meses de 2005 (S/. 180 millones si el tipo de cambio promedio fuera el de internet).
En el mismo periodo, las compras de dólares al público superaron los 2,000 millones de dólares mensuales. Si suponemos un margen similar, los ingresos adicionales por peaje cambiario sumarían en total S/. 210 millones netos. Esto representa, en el más conservador de los casos, el 37.5% de los S/ 560 millones de utilidades obtenidas por el total de la banca múltiple en el mismo periodo. Esta podría ser la explicación para que varios intermediarios hayan decidido simplemente no ofrecer muchos de sus créditos en moneda nacional, sino sólo en moneda extranjera.
En definitiva, no hay esquizofrenia ni problemas de doble personalidad crediticia que pueda explicar este diferencial de tasas en términos de prima de riesgo. Las autoridades reguladoras debieran hacer algo al respecto. ¿O acaso, el Estado, a través del Banco de la Nación, tendría que incentivar la "competencia" con ofertas de migración de créditos en soles a tasas de interés realmente competitivas y menores a las ya pactadas con los demás intermediarios financieros? Sólo el efecto de la señal sería lo suficientemente importante para disciplicar al mercado.
publicado en el diario El Comercio del 28/08/2005
Etiquetas: Dolarización, Política monetaria, Regulación financiera
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