LAS AFP: ¿CUÁLES SON SUS FONDOS DE PENSIONES MÁS RENTABLES?
Como todos saben, desde principios de 2006 las administradoras de fondos de pensiones (las AFP) vienen ofreciendo tres tipos de fondos de pensiones alternativos para los afiliados al sistema privado de pensiones: (a) los fondos tipo 1, que son los nuevos fondos de pensiones más conservadores o menos arriesgados, (b) los fondos tipo 2, que son los que se vienen ofreciendo desde que se creó el sistema a inicios de los años 90, y (c) los fondos tipo 3, que son los nuevos fondos de pensiones menos conservadores o más arriesgados.
Así, se han cumplido más de cuatro años desde que la oferta de fondos privados de pensiones en realidad amplió de los cinco fondos tipo 2 que administraban las cinco AFP existentes hace cinco años a los doce fondos que en total administran las cuatro AFP que ahora quedan. Por consiguiente, ya no se puede hablar simplemente de cuál es la AFP más rentable, ahora es necesario especificar además qué tipo de fondo (1, 2 o 3) es el más rentable.
Según el supervisor de fondos de pensiones, que simultáneamente es supervisor bancario y también supervisor de seguros, el fondo tipo 1 es el fondo de preservación de capital. Sin embargo, lo de preservación de capital a veces son sólo palabras que no se cumplen. Entre mediados de agosto de 2008 y mediados de abril de 2009, al menos tres de los cuatro fondos tipo 1 existentes tuvieron sostenidamente rentabilidades anuales negativas. Esto significa que no sólo no preservaron capital sino que lo perdieron. Durante esos 8 meses la rentabilidad negativa promedio de esos tres fondos fue de -4.7% tasa efectiva anual (sin contar el costo de las comisiones que cobran las AFP). Peor aún, entre marzo de 2008 y abril de 2009 los fondos tipo 1, de preservación de capital, tampoco preservaron su capacidad adquisitiva porque sus rendimientos fueron menores que la tasa de inflación.
¿Cuán importante es la preservación de capital? Teóricamente, según el supervisor, el fondo tipo 1 está diseñado para afiliados que están próximos a jubilarse en cualquier modalidad o para los que se ya han jubilado por la modalidad de retiro programado o por la modalidad de renta temporal con renta vitalicia diferida. En consecuencia, las AFP que manejen “bien” sus fondos de pensiones tipo 1 deberían ser capaces de ofrecer un crecimiento estable, de baja volatilidad y sin pérdidas de capital (ni de poder adquisitivo), aunque esto último ya sucedió sin que se diga ni haga nada al respecto. El problema es que este detalle puede tener cada vez una mayor relevancia social, a medida que madura el sistema.
Por ejemplo, en el caso de los que están próximos a jubilarse con el régimen de renta vitalicia, evitar las pérdidas de capital es fundamental porque cada punto porcentual de pérdida en la cuenta individual de capitalización se verá reflejado directa e inevitablemente en las pensiones que en adelante reciban. Así, tener una pérdida de capital mayor de -10% en el fondo durante el año anterior a la fecha de elección de la compañía de seguros, como ocurrió en octubre de 2008 respecto de octubre de 2007, no equivale simplemente a recibir una pensión mensual vitalicia menor en casi -10% que la que se habría recibido si la decisión de jubilación se hubiera tomado un año antes, y viceversa, sino que equivalen a recibir una pensión con un poder adquisitivo casi -15% menor si se toma en cuenta también la inflación que se generó en ese lapso.
En el otro extremo se halla el fondo de pensiones tipo 3 que, según el supervisor de pensiones, es el fondo de apreciación de capital o de crecimiento, denominación que representa más un deseo que una realidad. Y es que la finalidad de este fondo en realidad es “buscar” un rendimiento a largo plazo por encima del promedio, para lo cual se expone al fondo de pensiones del afiliado a una mayor volatilidad o riesgo. Teóricamente este tipo de fondo está diseñado para afiliados cuyo horizonte de jubilación aún es muy lejano, quienes, por tanto, podrían asumir riesgos de mayores fluctuaciones en la rentabilidad.
Para el afiliado que no es experto en finanzas, y la gran mayoría no tiene por qué serlo, esto significa que, suponiendo que la historia tarde o temprano se repite, el fondo tipo 3 tiene altas probabilidades de conseguir rentabilidades positivas muy altas, pero también tiene probabilidades nada despreciables de verse afectado por rentabilidades fuertemente negativas. Ésta es la razón por la que se requiere que el afiliado esté muy lejos del momento de su jubilación: las pérdidas acumuladas pueden ser tan altas y rápidas que a veces se requerirá de mucho tiempo para poder revertirlas.
Por ejemplo, entre fines de mayo de 2008 y mediados de julio de 2009, los cuatro fondos tipo 3 registraron fuertes y persistentes pérdidas de capital. Durante esos casi 14 meses, muy burdamente los cuatro fondos tipo 3 perdieron en promedio a un ritmo de -24.8% tasa efectiva anual (sin contar las comisiones cobradas por las AFP). No obstante, si antes de ese periodo se hubiera estado en esos mismos cuatro fondos tipo 3, desde fines de marzo de 2007, en esos otros 14 meses anteriores se habría venido ganando en promedio a un ritmo de +51.2% tasa efectiva anual. Y si luego hubiera continuado en dichos fondos tipo 3, entre julio de 2009 y julio de 2010, en estos últimos 12 meses adicionales se habría venido obteniendo en promedio un +32.9% de tasa efectiva anual.
¿Quiere esto decir, más groseramente aún, que los fondos tipo 3 han venido obteniendo una rentabilidad promedio anual de (+51.2%*14 -24.8%*14 +32.9%*12)/40 = 19.1%? Pues no, aún si no se tuvieran en cuenta ningún aporte hecho en los últimos 40 meses. Tener 14 meses con una rentabilidad media de +51.2% equivale más o menos a haber acumulado casi +62% más de lo que se tenía originalmente. Si se tenía un saldo acumulado de S/. 100,000 a fines de marzo de 2007, podría haberse acumulado hasta unos S/. 162,000, pero tener luego 14 meses de una rentabilidad media de -24.8%, equivale a acumular unas pérdidas de casi -28.3%. Así, si se tenían ya S/. 162,000, luego de 14 meses se podría tener sólo unos S/. 116,000. Y si luego se tuvo +32.9% de rendimiento promedio, el saldo después de los 40 meses podría haber llegado a ser de S/ 154,000, lo que muy gruesamente equivaldría a haber obtenido una rentabilidad equivalente anual de casi 13.8% anual durante los 40 meses.
No obstante, este también burdo cálculo sólo es válido para quienes estuvieron en el fondo tipo 3 desde el inicio de la primera etapa, cuando se tuvo un rendimiento de +51.2%, pues para los que ingresaron recién en la segunda etapa, directamente tuvieron 14 meses con un rendimiento promedio de -24.8% y luego 12 meses de 32.9%. Así, para el caso de los que ingresaron en la segunda etapa, si se tenía acumulado S/. 100,000 a fines de mayo de 2008, en julio de 2009 se tendría menos de S/. 72,000 y a inicios de julio de 2010 apenas si se habría superado los S/. 95,000. Es decir, la rentabilidad promedio equivalente en esos 26 meses habría sido negativa en casi -2.2% anual. ¿Fue este último caso el de la minoría? No, más bien parece que ése fue el caso de una buena mayoría.
Haber obtenido un +51.2% de rendimiento efectivo promedio anual a partir de marzo de 2007 implica haber estado en el fondo tipo 3 doce meses antes. Si bien ya en marzo de 2007 el 9.8% de los fondos de todo el sistema estaban en los fondos tipo 3, en marzo de 2006 ¡apenas el 1.0% de los fondos del sistema estuvo en los fondos tipo 3! Es decir, sólo una minoría fue la que seguramente obtuvo la mayor parte de esas altas rentabilidades, mientras que la mayoría que ingresó después (casi 9 de 10) no necesariamente.
Más bien esa mayoría se siguió incrementando y más que duplicó: a mayo de 2008 el 22.7% de los fondos del sistema ya estaba en los fondos tipo 3. Sin embargo, esto a su vez implica que un número impresionante de afiliados ingresó sólo para obtener las fuertes pérdidas de capital que siguieron en los meses siguientes (-24.8% en promedio). A julio de 2009 la proporción del sistema que se hallaba en los fondos tipo 3 se redujo a 18.1%, la misma que se mantiene hasta julio de 2010, es decir, algunos de los que salieron lograron una rentabilidad positiva, pero la mayoría de los que se fueron puede que no hayan logrado compensar sus pérdidas con las nuevas rentabilidades positivas que se observaron en la actual tercera etapa (+32.9% en promedio).
Por ello, en el caso de los que ingresaron en la etapa negativa, y aún no han salido, sólo les queda esperar una nueva etapa de recuperación de la rentabilidad, en la que no se agrave el actual escenario, y en la que puedan revertir las pérdidas acumuladas. Por consiguiente, no sólo es importante no salir (jubilarse) después de un año malo (fondo tipo 1), sino que también es importante no haber entrado al inicio de un momento malo a un fondo de alto riesgo (tipo 3), menos aún si ya se tiene en la cuenta individual un fondo acumulado importante, salvo que realmente se tenga mucho tiempo para esperar o se cuente con el temple suficiente para arriesgar.
Evidentemente el grueso uso de promedios puede generar fuertes desviaciones respecto de cada caso concreto en particular. El seguimiento de la rentabilidad de los fondos de pensiones caso por caso es un proceso algo complejo para el afiliado promedio porque no es generalizable con los números que se suelen mostrar en la publicidad de las AFP. Los resultados concretos de cada caso dependen del precio en el que está el valor cuota de cada tipo de fondo de cada AFP en la fecha de salida respecto del precio de ese mismo valor cuota en la fecha concreta del valor cuota de ingreso, como si fuera el precio de acciones, o el precio de las participaciones de fondos mutuos o los tipo de cambio de las monedas extranjeras. Como bien deben saber algunos, la rentabilidad promedio de las acciones, los fondos mutuos y las monedas extranjeras puede ser favorable, pero en realidad algunos pueden no haber ganado tanto, o inclusive algunos pueden haber perdido y mucho.
En concreto, en un extremo, si alguien tenía un saldo acumulado de S/. 100,000 en su cuenta de jubilación al cierre de marzo de 2007 en el fondo tipo 1, y no hubiera hecho aportes adicionales, al cierre de junio de 2010 tendría acumulado S/. 123,492 en la AFP Horizonte, S/. 112,136 en la AFP Integra, S/. 113,742 en la AFP Prima y S/. 112,755 en la AFP Profuturo. En cambio, si hubiera entrado al cierre de mayo de 2008 con esos mismos S/. 100,000 tendría acumulado S/. 114,273 en Horizonte, S/. 103,534 en Integra, S/. 105,711 en Prima y S/. 105,018 en Profuturo. Y si hubiera entrado al cierre de julio de 2009 con esos S/. 100,000 tendría S/. 105,803 en Horizonte, S/. 102,597 en Integra, S/. 104,174 en Prima y S/. 104,690 en Profuturo.
Si se hace el mismo ejercicio para el fondo tipo 2, el que entró al cierre de marzo de 2007 con S/. 100,000 tendría S/. 110,649 en Horizonte, S/. 114,039 en Integra, S/. 116,687 en Prima y S/. 113,493 en Profuturo. No obstante, el que entró al cierre de mayo de 2008 con S/. 100,000 tendría S/. 98,194 en Horizonte, S/. 101,055 en Integra, S/. 103,470 en Prima y S/. 101,496 en Profuturo. Y el que entró al cierre de julio de 2009 con S/. 100,000 tendría S/. 107,844 en Horizonte, S/. 108,480 en Integra, S/. 111,142 en Prima y S/. 109,498 en Profuturo.
En cambio, si la elección hubiera sido entrar al fondo tipo 3 al cierre de marzo de 2007 con S/. 100,000, al cierre de junio de 2010 tendría S/. 112,750 en Horizonte, S/. 105,137 en Integra, S/. 106,697 en Prima y S/. 105,120 en Profuturo. Si se hubiera entrado al cierre de mayo de 2008 con esos mismos S/. 100,000, a principios de julio de 2010 tendría S/. 95,311 en Horizonte, S/. 87,629 en Integra, S/. 89,349 en Prima y S/. 87,980 en Profuturo. Y si el ingreso hubiera sido a fines de julio de 2009 se tendría S/. 111,996 en Horizonte, S/. 111,136 en Integra, S/, 113,434 en Prima y S/. 110,993 en Profuturo.
Adicionalmente, ¿significan estos resultados que al menos todos los fondos de pensiones que mantuvieron su capital por encima de S/. 100,000 no perdieron? Desafortunadamente, no. Para que un fondo de pensiones no pierda capital en el largo plazo al menos debe haber mantenido su poder adquisitivo. Por ejemplo, si se invirtió S/. 100,000 a fines de marzo de de 2007 a fines de junio de 2010 debiera tenerse S/. 111,997 para no haber perdido, si se invirtió los S/. 100,000 a fines de mayo de 2008 se debería tener al menos S/. 105,560 y si se entró a fines de julio de 2009 al menos S/. 101,454. Evidentemente esto deja mal parado a varios fondos y muy sorprendido a más de uno, ¿verdad?
Etiquetas: Defensa del consumidor, Educación financiera, Pensiones de jubilación
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